A mediados de julio nos salió la oportunidad de visitar los campos de lavanda de Brihuega. No nos lo pensamos dos veces. Mis padres, Altea y yo nos montamos un viaje de dos días por la zona para conocerlos de primera mano.
Nosotros estábamos alojados en Marina D'Or durante cuatro días para asistir al FIB. Así que decidimos unir un viaje con el otro. El lunes posterior al festival salimos dirección Sigüenza.
La comarca de la Alcarria se conoce por tener unos pueblos muy bonitos y comer muy bien. Es muy conocida por el cultivo de las flores aromáticas por lo que las mieles, jabones, aceites y por la literatura. Sus pueblos aparecen en muchas novelas como en Viaje a la Alcarria de Camilo José Cela.
Uno de sus pueblos más emblemáticos es Brihuega. Famoso por los inmensos campos de lavanda que lo cubren, en julio se encuentran en plena floración. No en vano celebran el Festival de la Lavanda. Durante ese fin de semana el pueblo se viste de violeta y se celebran conciertos, catas y muchas actividades.
Tuvimos la suerte de que el festival se celebrase el mismo fin de semana que el FIB. Entonces el lunes ya no habría tanto ajetreo y los campos seguirían en plena floración. Nos alojamos en un apartamento en Sigüenza que nos encantó.
Día 1
Salimos por la mañana en dirección Sigüenza y llegamos a mediodía a la casa. Dejamos los trastos y nos fuimos a comer. Encontramos el restaurante Don Rodrigo donde probamos el menú.
Sigüenza está muy bien conservada y el simple paseo por sus calles ya es más que agradable. Por la tarde dimos una vuelta y visitamos La Catedral. Hay una visita
guiada por el recinto. Altea se entretuvo mucho con la audioguía.
Cenamos en casa y nos fuimos a dormir.
Día 2
Nos levantamos temprano para conocer Brihuega. No está muy lejos de Sigüenza y para un día es perfecta la excursión. Antes de llegar al pueblo ya te saludan los campos de lavanda y de girasoles a un lado y al otro de la carretera. ¡Menudo recibimiento!
Brihuega estaba tomada por el color violeta de sus decoraciones y por muchos turistas que como nosotros habían aprovechado la floración de la lavanda.
Hacía mucho calor, compramos unos dulces típicos y fuimos a la oficina de turismo. Allí nos dieron un mapa con una posible ruta andando para visitar el pueblo. La primera parada fueron las Cuevas Árabes. Aunque son pequeñas se estaba muy fresquito.
Seguimos visitando el cementerio, Los Jardines de la Real Fábrica de Paños que tienen unas vistas espectaculares, la Fuente de los Doce Caños...
Maca, que sabe mucho y bien de comer y viajar, me recomendó el Asador el Tolmo y ¡menudo acierto! Tiene este post maravilloso sobre lo que puedes hacer en Brihuega. No en vano es mi Consejera Espiritual Gastronómica.
El Asador tiene menú y carta. Nosotros comimos fenomenal. Cuando terminamos nos fuimos hacia unos campos de lavanda ondulados. Brihuega tiene dos tipos de campos de lavanda: los que son llanos y los que son ondulados que parece a lo lejos montañas violeta y es el sitio de celebración del festival. De hecho todavía estaba allí el escenario del fin de semana.
Decidimos volver a casa después de un día muy bonito. Pasamos a comprar a un supermercado y nos volvimos a cocinar al apartamento. Luego salimos a dar una vuelta pero comenzó a llover. Había que descansar que nos volvíamos al día siguiente.
Nos encantó Brihuega y Sigüenza. Seguramente los pueblos de los alrededores son igual de bonitos pero no teníamos tiempo para más. Pero seguro que en cualquier otra ocasión vendré de nuevo por la zona para terminar de explorarla.
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